
Ay bendito: la controversia más reciente involucra a Carmen Yulín, $20,000 pesos y los campamentos demostrando en contra de la junta de control fiscal. ¿Qué une esas tres cosas? Pa’ eso vamos.
Dale, explícame la conexión.
Recientemente brotaron varios campamentos manifestando en contra de la junta impuesta por PROMESA — hay uno frente al Tribunal Supremo federal y otro frente a Wal-Mart. Carmen Yulín Cruz, la alcaldesa de San Juan, admitió que el municipio gastó ~$20,000 proveyendo servicios públicos relacionados a los campamentos.
El foco de la controversia es en qué específicamente se usaron los fondos: algunos dicen que fue en servicios básicos del municipio, y otros dicen que fue en comida y recursos para apoyar a los manifestantes.
OK, ¿y cuál es el issue?
- Si los $20,000 se usaron para apoyar directamente a los demostradores, sea proveyendo comida, carpas u otros recursos, sería un baja, ya que tal uso iría en contra de la constitución de Puerto Rico.
- Si los $20,000 se fueron en servicios básicos que el municipio regularmente provee (como limpiar los alrededores del campo), pues no debe de haber problema, ya que el municipio estaría realizando sus responsabilidades habituales.
¿Cuál pensamos que es?
Esto no te va a sorprender: depende a quién le preguntes.
Por un lado están los miembros del PNP, incluyendo la contralora estatal (AKA la que revisa el uso de los chavos estatales), diciendo que Yulín usó los fondos públicos para apoyar los manifestantes, una movida que sería inconstitucional. Han emitido varias declaraciones en contra de la alcaldesa, diciendo que “no hay un fin público” para el uso de esos fondos, y que Yulín “no tiene un mandato del pueblo para gastar fondos públicos para combatir la Junta de Control Fiscal.”
En otras palabras, dicen que Yulín se puso greedy y mezcló su función pública con sus creencias personales para apoyar a los campamentos anti-PROMESA.
Por el otro, Carmen Yulín dice que los gastos se fueron en funciones generales del municipio, como lavar letrinas, proveer hielo y limpiar los alrededores de los campamentos. También señaló que cuando el municipio hizo lo mismo para actividades como “Clamor a Dios”, nadie lo cuestionó. Portavoces de los campamentos afirman que no han recibido ninguna ayuda pública, y que todas la comida, estufas (sí, hasta estufas tienen) y los demás recursos han sido donaciones de aquellos que apoyan el mensaje de los manifestantes.
En otras palabras, Yulín dice que los penepés están montando un show de pura politiquería.
¿Ahora qué?
Miembros del PNP radicaron una querella en contra de Yulín, llamando para una investigación de cómo se usaron los fondos.
En cuanto a los campamentos, representantes de estos publicaron una lista de propuestas para alejar a Puerto Rico del colonialismo, incluyendo la eliminación del FBI y el tribunal supremo federal de la isla… Parece que estarán esperando un ratito más. #EstáTough